La espera ha terminado. Mientras miles de personas hacían cola en el centro de Londres, la Reina fue entregada al cuidado de la nación para reposar en el Westminster Hall.

El público podrá presentar sus respetos hasta las 6.30 horas del lunes. El luto comenzó anoche después de que la Reina abandonara por última vez el Palacio de Buckingham, su hogar durante 70 años, llevada en un carruaje de armas que procesó a lo largo de The Mall observado por decenas de miles de curiosos.

Bajo un brillante sol de principios de otoño, las bandas militares tocaron marchas fúnebres mientras el Rey y los miembros de la familia real caminaban detrás del féretro, que estaba cubierto con el Estandarte Real y llevaba la corona imperial de Estado sobre un cojín púrpura.

Para la familia, la procesión fue una oportunidad para poner un frente unido, ya que el rey Carlos caminó con sus hijos, el príncipe de Gales y el duque de Sussex, la primera vez que los tres han sido vistos en público juntos desde que la reina murió en Balmoral hace una semana.

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Más tarde los Príncipes de Gales aparecieron con los Duques de Sussex en Westminster Hall, pero hubo poca interacción entre las parejas. Los problemas que han acosado a la familia real en los últimos años quedaron en evidencia.

El príncipe Harry y el duque de York, que ya no son miembros activos de la familia real, no pudieron lucir sus uniformes militares.

Cuando la procesión pasó por el Cenotafio, los miembros del cortejo que llevaban uniforme, entre ellos la Princesa Real y el Conde de Wessex, saludaron mientras Harry se inclinaba y Andrew realizaba «ojos a la derecha» hacia el monumento.

El féretro de la Reina fue transportado en el George Gun Carriage, que llevó el féretro de Jorge VI desde la iglesia de Sandringham hasta la estación de Wolferton en febrero de 1952 y que se utilizó para el funeral de la Reina Isabel, la Reina Madre, en 2002.

En el interior de la sala, el féretro, llevado por un grupo de portadores de la Compañía de la Reina, 1er Batallón de Guardias de Granaderos, fue elevado al catafalco durante un breve servicio dirigido por el Arzobispo de Canterbury, ante la mirada de más de 50 miembros de la familia real, junto con 280 diputados y pares.

El recorrido del féretro hasta Westminster Hall

Poco después de la llegada del féretro, el presidente Biden dijo que había hablado con el Rey para ofrecerle sus condolencias, y que compartía la «gran admiración del pueblo estadounidense» por la Reina.

La primera vigilia fue montada por cuatro oficiales de la División de la Casa, dos de los Blues and Royals y los Life Guards. Los hijos de la Reina participarán en la antigua ceremonia mientras ella yace en estado. Como muestra final de respeto a la difunta Reina, el Duque de York podrá vestir de uniforme para la vigilia.

Poco después de las 5 de la tarde, los miembros del público que habían esperado durante días para ocupar un puesto en la primera fila fueron autorizados a entrar, y pasaron junto al ataúd. Anoche, la cola tenía una longitud de 3,5 kilómetros y se espera que 750.000 personas hagan el recorrido para ver a la Reina yacer en su estado.

El Rey terminó su jornada regresando a su casa de Highgrove, en Gloucestershire, para pasar hoy un día de reflexión y trabajar en privado. Los Príncipes de Gales visitarán Sandringham para ver los homenajes florales que allí se dejan.

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